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28 noviembre 2006

El 22 por ciento de los niños de entre 3 y 6 años tiene síntomas de ansiedad

Entre un 18 y un 22 por ciento de los niños de 3 a 6 años presentan síntomas de ansiedad. Así lo demuestra un estudio sobre trastornos emocionales y conductuales en la población infantil de esta edad elaborado por la Unidad de Psicopatología de la Infancia y la Adolescencia de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en España.
La investigación, ha sido presentada por la directora de la unidad, Edelmira Domenech, y la responsable del Departamento de Psicología Clínica y de la Salud de Autónoma, Maria Claustre Jané. Los resultados indican que un alto porcentaje de los preescolares presentan algún problema psicopatológico: entre un 32,7 por ciento, según los padres, y un 46,7, según los datos ofrecidos por los profesores. Esta falta de acuerdo entre maestros y progenitores se debe, según las autoras de la investigación, a que el niño «se comporta de forma diferente en casa y en la escuela». Los educadores detectan más casos de depresión, porque pueden establecer comparaciones entre los alumnos y, además, «los niños pasan más tiempo en clase que en casa». Los padres, por su parte, informan mejor sobre problemas del ámbito de la comida y de la ansiedad. El estudio concluye que los síntomas del trastorno interno de la depresión afectan al 3 por ciento de los niños de entre 3 y 6 años. Además, entre un 10 y un 13 por ciento mostraban síntomas de trastorno de conducta. La investigación de la UAB se realizó sobre una muestra de 1.104 niños que representaban un desarrollo normal, por lo que se excluyeron de la muestra los menores autistas y con deficiencias mentales, en dos zonas dispares: la ciudad barcelonesa de Montcada i Reixac y las comarcas tarraconenses de Ribera d'Ebre y Priorat, para ver las diferencias entre el ámbito urbano y el rural. Un 30,6 por ciento de los primeros presentan síntomas de ansiedad, hiperactividad y problemas de adaptación, mientras que un 20,3 por ciento de los segundos tienen algún trastorno emocional. Esta diferencia se debe al mayor estrés en los ámbitos familiares de entornos urbanos y a que, en ellos, los niños pasan más horas fuera de su casa. Según Edelmira Domenech, la finalidad del trabajo era detectar y prevenir el desarrollo de trastornos psicopatológicos, que se inician a edades muy tempranas. La experta instó a los padres a dedicar más tiempo a sus hijos y a colaborar más con los maestros.

26 noviembre 2006

Los trastornos de ansiedad, asociados a enfermedades físicas

Hace tiempo que los expertos reconocen una asociación entre la depresión y las dolencias físicas, aunque la evidencia de una relación entre la ansiedad y la salud física es más reciente, de acuerdo con las últimas investigaciones. En este estudio, investigadores canadienses analizaron datos de casi 4.200 personas que formaron parte de la encuesta de salud alemana entre 1997 y 1999. Los participantes se sometieron a un examen físico y llenaron un cuestionario que inquiría sobre 44 condiciones de salud específicas. También llenaron una encuesta sobre la calidad de vida que medía factores como la función física, el dolor y la salud general. Los participantes también se sometieron a entrevistas psiquiátricas diseñadas para detectar trastornos de ansiedad, tales como trastorno de pánico, fobia social, trastorno obsesivo compulsivo y agorafobia (miedo a estar en una situación en que pueda ocurrir ansiedad o pánico y ser incapaz de salir de esa situación). De los participantes del estudio, 1913 hombres y 2268 mujeres, el 8.4 por ciento tuvo un trastorno de ansiedad en el mes anterior y el 60.8 por ciento tuvo un problema físico. Los investigadores hallaron que tener un trastorno de ansiedad estaba asociado con tener cualquier tipo de dolencia física. La mayoría de la gente que tenía un trastorno de ansiedad y un problema físico desarrollaba primero el trastorno de ansiedad y tendía a tener una peor calidad de vida que las personas que tenían solamente un trastorno de ansiedad o una dolencia física. "Los mecanismos de la asociación entre los trastornos de ansiedad y las dolencias físicas aún se desconocen, aunque varias posibilidades deberían ser consideradas", escribieron los autores del estudio en la edición del 23 de octubre de la publicación Archives of Internal Medicine. Por ejemplo, tener una enfermedad física podría causar preocupación y ansiedad que con el tiempo se vuelve lo suficientemente seria para calificar como un trastorno de ansiedad; tener un trastorno de ansiedad podría desencadenar cambios biológicos que contribuyan a una enfermedad física; o a una tercera condición, como el abuso de sustancias, que podría estar relacionada con el trastorno de ansiedad y una enfermedad física. "Aunque se han incrementado los esfuerzos para reconocer y tratar la depresión de las personas con enfermedades médicas, nuestros hallazgos subrayan la necesidad de crear programas similares para reconocer y tratar los trastornos de ansiedad en estos enfermos", escribieron los autores.
Estos últimos avances comentados en el campo de los trastornos de ansiedad tendrían gran relevancia también en España si fuésemos capaces de diagnosticarlos debidamente, sin embargo aquí los problemas de ansiedad siguen siendo una de las causas más frecuentes en las urgencias hospitalarias. Sólo en el año 2005 se consumieron en España 35 millones de fármacos del tipo ansiolítico o tranquilizante y el gasto en antidepresivos superó los 75 mil millones de las antiguas pesetas. Un 21% de los pacientes que acuden a los centros de atención primaria consume algún tipo de psicofármaco, lo que supone que el consumo de este tipo de medicamentos ha aumentado en un 260% desde 1971. El dinero gastado en nuestra salud se debe considerar como bien empleado, pero cuando se gasta por falta de medios o capacidad para un diagnóstico correcto se convierte en despilfarro. Un paciente con trastornos de ansiedad sufre terriblemente, aunque su supervivencia no está en peligro, y no debería ser así si estuviese bien informado y sobre todo bien medicado. Se agolpan en urgencias, pero aquí no hay tiempo para explicarles cuál es su problema y que su preocupación es la causante de sus propios síntomas. Los médicos de atención primaria no siempre detectan este tipo de patología y casi nunca los curan. Con los 7 minutos de consulta por paciente (de media) tampoco tienen tiempo de explicar nada y menos para escucharlos. Con esta falta de información los pacientes no confían en el diagnóstico y aquí comienza un periplo de visitas a especialistas de todo tipo en busca de una solución, lo que supone un enorme gasto en recursos y una prolongación de su sufrimiento.
¿Y qué pasa cuando por fin llegan a salud mental? Aquí están los verdaderos especialistas en la materia, es decir, los psiquiatras y psicólogos, por fin. Pues en realidad más de lo mismo. De entrada hay una gran saturación como en el resto de especialidades y faltan recursos y profesionales. Lo lógico sería que los enfermos fuesen atendidos por los dos especialistas, pero esto sucede pocas veces, sólo le atenderá uno de ellos, y no piensen que las visitas serán semanales, con un poco de suerte cada seis semanas. Y eso de sesiones de 1 hora como mandan los cánones ni hablar. En España ya se ve como normal que los pacientes de psicología se paguen sus propios tratamientos, pero no todo el mundo puede, y además pagamos mucho dinero por una sanidad digna. Pero claro, si en España no somos capaces de diagnosticar correctamente un trastorno de ansiedad, es difícil que sepamos que existe una relación entre este tipo de patología y ciertas enfermedades físicas, como muestran las últimas investigaciones médicas.

17 noviembre 2006

Laboratorios Cinfa lanza una nueva dosis de citalopram

Laboratorios Cinfa ha lanzado una nueva presentación de su genérico citalopram Cinfa EFG, un fármaco que pertenece a la familia de los inhibidores selectivos de la serotonina y que se utiliza para el tratamiento y prevención de las recaídas de la depresión, así como para tratar el trastorno de angustia con o sin agorafobias y el trastorno obsesivo compulsivo.
La nueva presentación es de 30 mg. en 28 comprimidos y se suma a las ya existentes de 20 mg en 14 y 28 comprimidos. Con esta nueva dosis, Cinfa se ajusta a las necesidades de un espectro más amplio de pacientes. Una ventaja añadida de la nueva dosis es su presentación en trepado unidosis con calendario.
Citalopram es el inhibidor más selectivo de la recaptación de la serotonina (5-HT). Está prácticamente desprovisto de efecto sobre la recaptación de la noradrenalina (NA), la dopamina (DA) y el ácido gamma aminobutírico (GABA). Por estas razones, el uso a largo plazo de citalopram no está asociado a problemas de tolerancia y, en general, el fármaco presenta una incidencia baja de efectos adversos. Una de las características destacables de este inhibidor selectivo de la recaptación de la serotonina es que disminuye la cantidad de sueño paradójico y aumenta el porcentaje de las fases de sueño profundo. En este sentido, citalopram tiene muy poco o ningún efecto sedante, incluso en asociación con el alcohol.
La comodidad para el paciente es una de las características principales de citalopram Cinfa. Por esta razón, los comprimidos son fraccionables, un detalle importante si se tiene en cuenta que la retirada de fármaco se recomienda hacerla de forma paulatina.

08 noviembre 2006

¿Se debe consultar con el psiquiatra cuando se sufre una crisis de ansiedad?

"Lo peligroso de estas crisis –reacciones de miedo o malestar intenso que se presentan de forma repentina– es su repetición. Por tanto, sí que conviene acudir a un especialista y seguir un tratamiento adecuado, ya que LOS RECURSOS TERAPEÚTICOS ACTUALES SON MUY EFICACES."
Se me queda la mente en blanco cuando conozco a alguién nuevo ¿Dónde está la frontera entre la FOBIA SOCIAL y la TIMIDEZ?
«La primera produce un miedo y angustia intensos en las relaciones con los demás: Preocupación por llegar a ser el centro de atención, temor a que nos presenten, aversión a realizar llamadas telefónicas y gestiones, tendencia a rehuir espacios cerrados donde hay gente, sensación de que todos nos miran y nos desvalorizan, pánico a que nuestras intervenciones parezcan ridículas o a quedarnos en blanco… muchas veces acompañados de síntomas físicos (sequedad en la boca, palpitaciones, temblores de manos, sudor, rubor…). LA TIMIDEZ ES UNA FORMA ATENUADA DE FOBIA SOCIAL, que todos tenemos, disimulamos como podemos, y que habitualmente no nos impide hacer una vida normal».
Como estos dos ejemplos, soluciona todas tus dudas respecto a los trastornos de ansiedad con el asesoramiento del IK y el mejor grupo de expertos...

07 noviembre 2006

La realidad virtual, una nueva herramienta para superar la ansiedad

Miedo a viajar en avión, traumas psicológicos debidos a un atentado o problemas de drogo-dependencia. Estos son sólo algunos de los estados de ansiedad que podrán ser tratados con las nuevas técnicas que ofrece la realidad virtual, según afirma un grupo de expertos reunidos recientemente en Laval, Francia.
La realidad virtual es un campo que conocen bien los aficionados a los videojuegos, los industriales o los pilotos de vuelo, pero esta tecnología se extiende ahora al campo médico, especialmente al tratamiento de las fobias, en el séptimo Encuentro Internacional de Realidad Virtual. "Tenemos mucha suerte porque (la realidad virtual) funcionó con todas las fobias con la que hemos probado, como el miedo a hablar en público, viajar en avión, conducir y la claustrofobia", comenta Brenda Wiederhold, directora del centro de Realidad Virtual de San Diego, California (EEUU).
Las investigaciones realizadas demuestran que este tipo de terapia tiene un alto grado de efectividad. "Su éxito fue del 88 por ciento en pacientes que tenían miedo a volar tras un accidente y de un 90 por ciento en traumas psicológicos producidos por los atentados del 11 de septiembre contra el World Trade Center de Nueva York", explica Wiederhold. El tratamiento dota al paciente de un casco especial que lo sumerge en un ambiente virtual -visual y sonoro- que emula el que le provoca su fobia o el recuerdo que le produce el estrés. Por ejemplo, una mujer que sufre aracnofobia "caminará" en una casa y verá de repente una araña que desciende de una pared y se dirige hacia ella, o un ex combatiente militar será introducido en una situación exacta a la que le provocó el trauma que le impide dormir. "Se trata de exponer gradualmente a la gente a aquellas vivencias que le producen temor, para aumentar poco a poco su ansiedad hasta lograr que se acostumbren a la situación y superen su miedo", explica el profesor Skip Rizzo de la Universidad de California del Sur, en Los Angeles, Estados Unidos.

02 noviembre 2006

Los ataques de pánico afectan a gente cada vez más joven

Según los especialistas, solía registrarse en personas de entre 30 y 40 años. Ahora los afectados son de 18 en adelante. La crisis de la figura paterna y los problemas económicos, los motivos de esta patología. Cada vez son más jóvenes las personas que sufren ataques de pánico, una patología que según los especialistas solía diagnosticarse entre los 30 y los 40 años y en las últimas décadas se volvió frecuente sobre el final de la adolescencia y principios de la adultez. Los psicólogos consultados señalan que la falta de expectativas para integrarse a un mercado laboral excluyente y la presión que ejercen las sociedades modernas que incitan a consumir pero ofrecen pocos recursos económicos para hacerlo son factores que inciden fuertemente entre los jóvenes, que atraviesan un período de cambio e incertidumbre. También mencionan una "figura paterna en crisis", con graves dificultades a la hora de poner límites y que, atravesada por altos índices de desempleo, perdió la legitimidad que le otorgaba ser el sostén económico del hogar. Los obstáculos que presenta el mercado laboral no sólo afectan a los adultos sino que recaen de lleno sobre los jóvenes en especial, aquellos que terminan el secundario y tienen que empezar a definir su futuro. Para la psicoanalista Alicia Díaz Farina, esto se ve reflejado en la falta de confianza para construir un proyecto de trabajo y de pareja. "Los modelos adultos están bastante complicados", señala Díaz Farina y destaca que la incertidumbre que genera la falta de trabajo y los modelos familiares endebles, dificultan el crecimiento de los jóvenes. El presidente de la Asociación Psicólogos y Psiquiatras de Buenos Aires, Argentina, Hugo Pisanelli, confirma que en los últimos cuatro años, buena parte de los pacientes que presentan síntomas propios de los ataques de pánico oscilan entre los 18 y los 30 años, una tendencia que revirtió la generalidad de las consultas que habitualmente se hacían a partir de esa edad. Pisanelli explica que a diferencia de las fobias, el pánico no se relaciona con ningún objeto determinado: es una fuerte crisis de angustia desencadenada por factores económicos, afectivos o sociales que impactan en personalidades que por cuestiones biográficas, están predispuestas a reaccionar de esa manera. "El ataque de pánico es lo que (Sigmund) Freud describió, a principios de siglo, como una angustia masiva que genera sudor, palpitaciones, taquicardia, diarrea y una fuerte sensación de muerte", detalla la psicoanalista Mariana Davidovich, coordinadora docente del Centro Psicoanalítico DOS. Para Davidovich, "el pánico es la muerte del deseo" atiborrado de objetos. "No es posible desentendernos de la época que vivimos -dice-, atravesada por un sistema capitalista que promueve la diversión, el consumo y la falta de pensamiento crítico para evitar la angustia y taparla con objetos". Según un relevo que hizo el Centro DOS entre agosto de 2005 y agosto de 2006, las consultas por ataques de pánico entre los 18 y los 30 años aumentaron en un 30 por ciento. Davidovich, Pisanelli y la coordinadora del departamento de adolescencia del Hospital Zubizarreta, Inés Valeiro, coincidieron en que otro de los factores que explicarían el fenómeno es una cierta "declinación de la función paterna". "La crisis económica hizo que muchos jefes de familia se quedaran sin trabajo", afirma Valeiro y explica que uno de los pilares de la función paterna que era la posibilidad de llevar el sustento diario, "cayó y los hombres entraron en crisis". "Los adultos se declaran impotentes frente al desafío que les plantean los adolescentes, se retiran y los dejan huérfanos de valores, de autoridad y de apoyo", continua. No obstante, la referente en adolescencia del Zubizarreta indica que en los servicios públicos de salud mental, "lo que más se ve son patologías del acto como trastornos de la alimentación, dificultad para controlar los impulsos y situaciones de violencia" que afloran como síntomas de conflictos que muchas veces, están ligados a problemas económicos. En esos casos, explica, la angustia aparece "legitimada", en tanto en las clases medias y altas, con acceso a consultorios privados, es más frecuente detectar adolescentes que tienen resueltas sus necesidades básicas y sin embargo, están angustiados "sin motivos aparentes".