Un estudio indicó que los muchachos que se trasladan de vecindario con mayores posibilidades mejoran también su salud mental, de acuerdo con recientes investigaciones llevadas a cabo por los doctores Tama Leventhal, y Jeanne Brooks-Gunn, del National Center for Children and Families at Columbia University in New York. Sus estudios se han publicado en la revista American Journal of Public Health.
"Traslado hacia la oportunidad", un proyecto esponsorizado por el Department of Housing and Urban Development en Baltimore, Boston, Chicago, Los Angeles y New York, escogió familias que vivían en viviendas de protección oficial en barrios con promedios de pobreza que excedían del 40% en tres grupos seleccionados al azar.
El primer grupo recibió ayudas para pagar el alquiler en un mercado privado, pero solamente utilizables en áreas donde menos del 10% de los residentes tuvieran escasos recursos. También recibieron asistencia especial para realizar el traslado.
Un segundo grupo recibió ayudas para cambiar de vecindario a su elección, con tendencia a elegir un vecindario de una pobreza moderada. El tercer grupo no recibió ayudas y permanecieron en viviendas de protección oficial en barrios de deficientes recursos.
El proyecto se inició en 1994 y Leventhal y Brooks-Gunn entrevistaron a 550 familias en New York City entre 1998 y 2000. Más del 90% de la unidad familiar eran mujeres, la mitad americanos africanos y un 45% latinos. Su edad promedio fue de 35 años.
Los padres del primer grupo informaron haber experimentado menos trastornos físicos y sociales (suciedad, fenómenos de abuso de bebida, así como de tráfico y consumo de drogas) y más satisfacción en comparación con el grupo que no se trasladó. Demostraron tener también menos síntomas de trastornos ansiosos y depresión y sus hijos informaron tener menos tendencia a sufrir problemas relacionados con los mismos.
Los del grupo segundo que recibieron ayudas para adaptarse al barrio de su elección lo hicieron a un barrio mejor, aunque las diferencias fueron sólo la mitad de satisfactorias que los que procedían del grupo que se trasladaron a un vecindario con bajos promedios de pobreza. Ambos (padres e hijos) mostraron una ligera mejoría en salud mental comparados con el grupo que no se trasladó, pero no tanto como el primer grupo.
Los muchachos mejoraron los estándares de salud mental, aunque las investigaciones demostraron mayores diferencias en los grupos con respecto a las muchachas. Se especuló que las chicas pueden haber estado de algún modo más protegidas de los efectos del vecindario.
Mientras que "Traslado hacia la oportunidad" pareció aportar efectos beneficiosos en cuanto a salud mental y ansiedad, según Leventhal y Brooks-Gunn, no tuvo efecto en el empleo de los padres, bienestar o ingresos. Las ventajas de trasladarse a un vecindario de menor pobreza puede originar una reducción de trastornos mentales o violencia o mejorar los recursos en cuanto a comunidad—mejores escuelas, servicios sanitarios, construcción, parques e instalaciones deportivas.
American Journal of Public Health
No hay comentarios:
Publicar un comentario