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11 octubre 2006

Ansiedad que padecen entre 5 y 10% de los usuarios adictos a la red

Internet es hoy en día un recurso invalorable de uso cotidiano. Pero para algunos, este uso ha pasado a niveles peligrosos: Se estima que entre el cinco y el diez por ciento de sus usuarios padecen de “Trastorno Adictivo a Internet”, o sea una relación enfermiza con la utilización de la Red. Kimberly Young, profesora de la Universidad de Pittsburg y creadora del Center for OnLine Addiction, define este problema como “un deterioro en el control de su uso que se manifiesta en un conjunto de síntomas cognitivos, conductuales y fisiológicos y que genera una distorsión de los objetivos personales, familiares o profesionales”.
Se puede reconocer la adicción cuando el estar conectado perjudica otras áreas de la vida diaria, por ejemplo: se desatienden labores del hogar, surgen conflictos con la pareja o la familia, baja el desempeño en los estudios, se ve perjudicada la productividad en el trabajo, se pierden las horas de sueño necesarias o se abandonan actividades sociales o recreativas que solían disfrutarse. Para algunos, la web se transformó en una forma de evadir los problemas de la vida real, ya sea generando relaciones virtuales en chats, recreando personajes en juegos de rol o tan sólo matando el tiempo. Se llega a un punto en que la existencia cotidiana se percibe como aburrida o poco satisfactoria sin los estímulos que proporciona Internet. Esto llevaría a generar sensaciones de ansiedad o de depresión cuando no se está conectado, o bien de irritación cuando otras personas interrumpen la sesión de navegación.
Quienes sufren este trastorno a menudo pierden noción del tiempo que pasan navegando, e incluso cuando saben que es demasiado siempre encuentran una excusa para pasar “sólo unos minutitos más” antes de apagar la computadora.
Esta imposibilidad de desconectarse muchas veces conduce a una dificultad de cumplir a horario con los compromisos, y cuando otros hacen notar el problema se tiende a ocultar el tiempo que se ha pasado navegando. Sin embargo, es necesario aclarar que la adicción no está relacionada solamente con la cantidad de horas online. Por ejemplo, hay profesiones que requieren gran cantidad de tiempo diario frente a una computadora o en Internet, sin que sean casos patológicos. Sí debe prestarse atención cuando el uso de la red ocasiona cambios en la construcción de vínculos con el entorno e incluso deteriora la salud.
Categorías. Dentro del Trastorno Adictivo a Internet pueden delinearse cinco subtipos: adicción cybersexual, relacionada con la pornografía online y los chats eróticos; adicción a cyber relaciones, cuando los amigos online se vuelven más importantes que las relaciones cara a cara, lo que puede derivar incluso a ruptura marital o problemas familiares; compulsiones como jugar, apostar en línea o realizar compras que llevan a perder grandes montos de dinero; sobrecarga de información, cuando se pasan excesivos períodos de tiempo navegando y buscando datos, lo que representa una tendencia obsesiva compulsiva; adicción a la computadora, no unida a actividades online (por ejemplo, con juegos de PC). Como otras adicciones, también puede presentarse síndrome de abstinencia cuando se discontinúa el uso. Suele demostrarse con ansiedad, pensamientos recurrentes o sueños sobre Internet, movimientos involuntarios similares a los que se efectúan en el teclado, y por supuesto, la necesidad de volver a navegar para aliviar estos síntomas.
Un test en Internet puede funcionar como primer diagnóstico de este trastorno. Puede encontrarse en eutimia.com/tests/iad.htm. Aunque desde ya, quienes sientan que el uso de la red interfiere con su vida deben buscar la solución fuera de la misma, en la consulta con un psicólogo.
¿Cómo saber si se es adicto a Internet? Estas preguntas desenmascaran algunos signos de alarma:
¿Se siente preocupado por cuestiones relativas a Internet (piensa sobre la actividad online anterior o anticipa la sesión en línea futura)?
¿Siente necesidad de incrementar el uso de Internet cada vez que se conecta para lograr conseguir satisfacción?
¿Ha hecho esfuerzos repetidos e infructuosos para controlar, reducir, o frenar el uso de Internet?
¿Se sintió inquieto, malhumorado, deprimido, o irritable cuando ha intentado reducir o detener el uso de Internet?
¿Se queda conectado más tiempo del que originalmente tenía intención?
¿Puso en riesgo alguna relación personal significativa, trabajo, educación u oportunidades en su carrera debido al uso de Internet?
¿Ha mentido a su familia, terapeuta u otros para ocultar la magnitud de su involucramiento con Internet?
¿Usa Internet como una manera de escapar de los problemas o de aliviar ciertos estados de ánimo displacenteros (por ejemplo, sentimientos de impotencia, culpa, ansiedad, depresión)?
Si responde “sí” a cinco a más de estas preguntas, usted puede estar sufriendo de una adicción a Internet y debería consultar el tema con un profesional. (Teléfono de ayuda en BCN, España: 934301290).

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