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05 agosto 2006

La leche materna reduce la ansiedad durante la niñez

Investigadores suecos comprueban que los chicos amamantados desarrollan capacidades para superar el estrés provocado por la separación de sus padres.


LONDRES (Reuters) -- Los efectos tranquilizantes de la leche materna parecen confirmarse a largo plazo. Años después de ser destetados, los niños amamantados lidian mejor que sus pares alimentados con biberón con las situaciones estresantes, como por ejemplo el divorcio de sus padres.
"En los niños que son amamantados hay menos relación entre el divorcio y la separación de la familia y la ansiedad infantil", señaló ayer el doctor Scott Montgomery, epidemiólogo del Instituto Karolinska, en Suecia.
La leche materna contiene nutrientes, hormonas, enzimas, factores de crecimiento y anticuerpos que la mujer transmite a su bebé.
Las investigaciones han demostrado que el amamantamiento reduce las infecciones, las enfermedades respiratorias y la diarrea en los niños; también el riesgo de sangrado posparto en las mujeres.
En un estudio observacional publicado en la revista "Archives of Disease in Childhood" , Montgomery y sus colegas estudiaron cómo niños de 10 años alimentados con leche materna o de biberón al comienzo de sus vidas afrontaban el estrés que les provocaban los problemas maritales de sus padres.
Los niños que participaron del trabajo se encontraban entre 9.000 jóvenes que habían sido monitoreados desde el nacimiento para un estudio a gran escala en Gran Bretaña.
Los investigadores pidieron a los docentes que calificaran el nivel de ansiedad que tenían según una escala de 0 a 50.
Si bien existía un alto grado de estrés en todos los participantes, los amamantados manejaban mejor la situación.
De todas maneras, aún no saben por qué los bebés que reciben leche materna se mostraron menos ansiosos.
Los especialistas creen que el amamantamiento puede ser un indicador de otros factores paternos o que el contacto físico entre la madre y el niño habría ayudado a reducir la ansiedad. También podría influir en el desarrollo de patrones en el organismo ligados con la respuesta al estrés.
"Cuanto más analizamos el amamantamiento, más beneficios encontramos", enfatizó Montgomery.


Pocas madres cumplen los seis meses de lactancia exclusiva
BUENOS AIRES (Télam) -- El 90 por ciento de las mujeres puérperas inicia la alimentación de sus bebés con lactancia materna exclusiva, pero sólo el 33 por ciento concluye los seis meses sin incorporar otros alimentos ni sucedáneos como recomiendan los organismos internacionales de la salud, según las últimas cifras oficiales.
No obstante, los especialistas destacan que estas cifras son alentadoras y marcan una tendencia de las mujeres a amamantar, una práctica que, según aseguraron, aporta beneficios nutricionales y vinculares entre la madre y el bebé que son irremplazables.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) sostienen que la lactancia materna previene enfermedades frecuentes entre los bebés como las infecciones de oído, diarreas, eruptivas y problemas respiratorios.
La leche de pecho, afirman, tiene propiedades inmunológicas y aporta los anticuerpos que necesita el bebé para desarrollarse en estos primeros meses de vida. Por eso dicen que dar el pecho contribuye a bajar los índices de mortalidad infantil.
Las últimas estadísticas tabuladas del Ministerio de Salud de la Nación indican que en 2001 sólo el 30 por ciento de los bebés tomaba leche materna como alimento único, mientras que en 2004, esa proporción aumentó al 50 por ciento.
Esos mismos estudios indican que hace cinco años el 10 por ciento de las mamás amamantaba en forma exclusiva hasta el sexto mes, que es el tiempo mínimo aconsejado por UNICEF y la OMS. En 2004, esa cifra llegó al 33 por ciento.
El ministerio dará a conocer en los próximos meses las cifras del 2005 y si bien aún no hay resultados, los datos preliminares indicarían un aumento leve pero constante, entre quienes deciden dar el pecho.


Causas multifactoriales


1. "Hay factores sociales, laborales y falta de consejos adecuados por parte de los equipos de profesionales que atienden a las embarazadas y mujeres puérperas", advierte
la directora nacional de Salud Materno Infantil, Ana María Speranza, consultada sobre las "deserciones" que se dan entre las mamadas de los primeros días y el sexto mes.


2. La asistencia de los médicos y obstetras es clave a la hora de promover y apoyar las primeras experiencias de lactancia, para que éstas sean exitosas.


3. Pese a que amamantar es una práctica natural y puede volverse muy placentera para madres e hijos, los especialistas reconocen que las primeras mamadas no suelen ser fáciles y presentan algunas dificultades como que el bebé no se prenda al pecho o lastime el pezón, situaciones que pueden desanimar la decisión de alimentar con leche materna.


4. Para la oficial de salud y desarrollo infantil de UNICEF Argentina, María del Carmen Morasso, la preparación de la mujer durante el embarazo es un momento crítico para definir la adherencia a la lactancia durante los primeros seis meses.
"Es importante apoyar sobre todo a las mujeres que están insertas en el mundo del trabajo", indicó y destacó la tradición familiar de amamantar que pasa de una generación a otra, tan devaluada en la década del '60 cuando se desarrollaron y publicitaron los sucedáneos de la leche materna.


5. Hay mamás que tienen miedo que la leche no les alcance o se asustan si los bebés no suben de peso enseguida o piensan que con el pecho solo no alcanza, para mencionar sólo algunos. El bombardeo de publicidad que hizo creer que los sucedáneos eran lo mismo que la leche de pecho o mejores, popularizaron algunas de estas ideas erróneas, según sostiene María Inés Copertari, presidenta de la Fundación LACMAT, una organización civil de apoyo a mujeres que tienen dificultades para amamantar.


La Provincia